El sueño del bebé
Los bebés al igual que los adultos sueñan, aunque a veces los adultos no recordemos lo soñado lo hacemos todas las noches. Pensamientos y manifestaciones de vivencias e imágenes mentales relacionadas con la realidad.
Pero ¿cuándo empiezan a soñar los bebés? Los más pequeños cuando duermen no están completamente inactivos, en su estado de reposo se aprecian movimientos, vemos como se ríen e incluso se sobresaltan. En este momento del sueño el cerebro del bebé está completamente activo, asimilando la información que ha ido recibiendo a lo largo del día. Este proceso se llama REM.
Esta fase REM se produce ya desde el útero materno, momentos de sueño continúo. Pero es muy difícil determinar qué sueña un bebé, normalmente son sueños con imágenes simples relacionadas con las vivencias del día a día. Cuando se hace más mayor, empieza a tener sueños más elaborados y llenos de imaginación.
En esta fase del sueño los bebés suelen respirar de manera irregular, agitan los brazos, se quejan, lloran e incluso pueden llegar a roncar. A medida que van creciendo van disminuyendo estas patologías y su sueño se vuelve más tranquilo.
Los pediatras aconsejan durante la fase del sueño envolver al pequeño de manera que se sienta protegido y seguro. Vigilar al nuestro hijo en las fases del sueño es importante para evitar posibles dificultades respiratorias que de otra manera no nos daríamos cuenta.
Ya cuando se va haciendo mayor empiezan las pesadillas, normalmente a los dos años de edad empiezan a manifestarse. Terrores nocturnos que hacen que nuestro hijo le cueste mucho irse a la cama. La causa de las pesadillas exactamente no se sabe el motivo por el cual se producen pero se presupone que la ansiedad de los niños y el estrés es uno de los motivos principales. Lo importante es hablar con ellos y entender al peque para que las pesadillas no se vuelvan un problema.
Cuando tengan estos terrores nocturnos, los padres debemos hablar con ellos, tranquilizarlos y ayudarlos a mantener la calma.
La rutina a la hora de ir a la cama es importante para controlar las pesadillas y terrores nocturnos. No significan que no sucedan pero sí se pueden normalizar. Además dicha rutina hace que nuestro bebé tenga un hábito mucho más predefinido para dormir ayudándole a descansar.
Darle su biberón antes de dormir suele ayudar a que duerma toda la noche.
Un saludo.