Oxitocina en el parto
La oxitocina es una hormona que se genera de forma natural por nuestro organismo. Se la conoce como “la hormona del amor” debido a su relación con sentimientos de felicidad, el apego entre bebés y mamás… en la recta final del embarazo se produce un aumento de los niveles de esta hormona, estimulando así las contracciones del útero y ayudando a la preparación del parto.
Durante el embarazo y posterior parto son multitud de hormonas las que intervienen, pero es la oxitocina, la hormona que aparece en la recta final de nuestro embarazo, ayudando a la distención uterina y preparando el cuerpo para la dilatación.
Esta hormona es producida por una glándula que se localiza en la zona central del cerebro. Una vez sintetizada es liberada al torrente sanguíneo para producir la estimulación del útero y provocar las contracciones que nos llevarán al alumbramiento de nuestro bebé.
Por motivos médicos se utiliza la oxitocina de forma artificial para acelerar el parto y producir las contracciones.
Se suele administrar gota a gota en la cantidad que el médico considere necesario. Y su finalidad, es el efecto dilatador del útero.
Tiene efectos secundarios como la rotura uterina y la pérdida del bienestar del feto, cuando se usa de forma sintética, administrada por profesionales de la salud. La Organización Mundial de la Salud aconseja restringir su uso en lo posible. Pero siempre, el profesional médico es quien considera la mejor opción para el bienestar de la madre y su bebé.
Las contracciones que se producen con la administración de la oxitocina sintética son más fuertes y dolorosas, que la segregada de forma natural. Es necesario, en muchas ocasiones, la medicación con epidural para disminuir la sensación de dolor e incluso la motorización para controlar al bebé.
Las razones del porqué se utiliza la oxitocina sintética en el parto son varias:
- Contracciones ineficaces, parto prolongado
- Enfermedades maternas como diabetes gestacional, problemas cardíacos, renales… que pueden verse afectados por un parto prolongado.
- Sufrimiento fetal
- Infección uterina
- Embarazo largo
- Muerte fetal dentro del útero.
Aunque no es aconsejable y reviste efectos secundarios la administración de la oxitocina, es el profesional médico quien evalúa cada caso en particular para el bienestar del bebé y la madre.
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