¿Cuándo hablará mi hijo?
No todos los bebés son iguales, algunos hablan con una fluidez desde pequeñitos que nos sorprenden, mientras que otros peques lo hacen de manera muy tardía. A veces, los padres se sienten presionados y se preocupan en exceso si sus hijos no hablan con rapidez. Pero ¿cómo podemos ayudar a nuestros hijos para que empiecen a hablar?
Debemos tener en cuenta que no todos los bebés son iguales, así que no podemos estar comparando nuestro hijo con el del vecino o un familiar. Cada pequeño tiene un desarrollo evolutivo diferente, aunque siguen unas pautas y patrones similares y, son éstos los que tenemos que fomentar para ayudarles a que se comuniquen más rápido.
Las estadísticas dicen que los bebés comienzan a hablar aproximadamente entre el primer y tercer año de edad. Pero como esto no es una ciencia exacta si un niño no comienza a hablar a los tres años no hay que desmoronarse o pensar que tiene un problema. Debemos ayudar a desarrollar su lenguaje.
Uno de los consejos más útiles para los padres es hablares mucho a sus hijos. Ya las mamás lo hacen cuando el bebé está en su vientre. A nuestro hijo desde que está en el vientre materno le llegan todos los sonidos y reaccionan ante estos.
Contarles cuentos, historietas, cantarles canciones…ayuda a que vayan aprendiendo. Son como una esponja a edades muy tempranas. Las imágenes son muy importantes para que los bebés relacionen la forma de cualquier objeto con su significado. Por este motivo, los padres les enseñan cuentos con dibujos que les encantan a los niños por sus colores, despertando en ellos la curiosidad. Aunque no hay una edad para enseñar a nuestro hijo a leer, sí que podemos mostrarle las imágenes llenas de color. Con la lectura de estos cuentos infantiles estamos estimulando su lenguaje e imaginación. Es una forma de aprendizaje para ellos muy divertida.
Hay multitud de juegos para estimular el lenguaje de nuestro hijo. Estos juegos ayudan a su desarrollo, son los llamados “bits de inteligencia”. Consisten en una especie de tarjetas donde visualmente aparece algún objeto y su correspondiente texto, relacionando la imagen con la palabra escrita. Estas tarjetas ayudan a su aprendizaje, incluso alguno de estos bits son auditivos empezando así a balbucear estas palabras.
Los bits son muy útiles para la memoria, amplían vocabulario, desarrollan su imaginación, curiosidad y fomenta su capacidad de atención.
Otro juego divertido para tu bebé y con el que aprenderán y desarrollarán de manera más efectiva el lenguaje son las “Onomatopeyas”. Consisten en reproducir el sonido de cualquier animal, además de ser muy beneficioso aprenderá a diferenciar los sonidos de los animales. El uso de los sonidos ayuda a la articulación de los diferentes fonemas y también a desarrollar la musculatura de lengua y labios.
En resumen podemos ayudar a que nuestro bebé empiece a hablar y para ello tenemos que hablarle mucho desde que nace. Pero no nos preocupemos demasiado si no lo hace correctamente, es un niño y su periodo de aprendizaje lleva su ritmo.
Un saludo!