Precauciones a tomar en cuenta frente una ola de calor
Tanto las quemaduras solares, la deshidratación o los golpes de calor son muy perjudiciales para la salud de los más pequeños. Hoy te indicamos cómo pasar un verano de lujo teniendo en cuenta las precauciones básicas para evitar el calor excesivo en tu bebé.
Los niños y bebés son más sensibles a la temperatura, al sol e incluso a las corrientes de aire. En casa, la habitación del pequeño debe estar bien fresca, evitando que el chorro de aire frío incida directamente en él. Es mucho mejor no encender el aire acondicionado, tener ventilada la habitación y que el aire fresco sea el proveniente del exterior. En muchos hogares españoles, no es posible, y el aire acondicionado es la salvación para mantener la temperatura fresca. Lo ideal es encenderlo antes y refrescarlo con una temperatura suave, en torno a los 22ºC.
Con los recién nacidos hay que tener un especial cuidado, porque no regulan el calor en sus primeras semanas de vida.
Los paseos con el pequeño son aconsejables a primera hora de la mañana o a última de la tarde, cuando el calor sea menos intenso y sofocante. Evitar las mochilas portabebés que dan tanto calor por la proximidad corporal. Es conveniente sobre todo para días muy calurosos la sillita para pasear. Evita las picaduras de insectos y bichitos con las lociones que el pediatra te recomiende. Las gorritas y las sombrillas se convertirán en tu aliados!
Durante los primeros seis meses del bebé está contraindicado la exposición al sol, ya que puede producirle una quemadura. Siempre debemos proteger su piel con cremas de alta protección solar. Darle agua aunque tome el pecho, algunos bebés piden entre toma y toma pero no insistir en caso de rechazo.
Jamás lo dejes dentro del coche, es una acción que puede acabar con la vida del pequeño. A veces no nos damos cuenta que es una acción muy perjudicial para el bebé.
Un saludo del equipo Chupetemania